Metodología - Marco COSO

Este elemento marca las pautas de comportamiento en una organización, y posee una influencia directa sobre el nivel de concientización del personal respecto del control. Es la base para todos los demás componentes del control interno, proporcionando disciplina y estructura.

Dado el dinamismo de los mercados (condiciones económicas, industriales, tecnológicas, normativas, socioculturales, etc.), resulta necesario contar con mecanismos que puedan identificar y hacer frente a los riesgos que, lógicamente, están asociados con las condiciones cambiantes mencionadas.

Son políticas y procedimientos que ayudan a asegurar que las instrucciones de la administración sean llevadas a cabo. Además aseguran, o tienden a asegurar, que la organización toma las medidas necesarias para hacer frente a los riesgos que interfieren en la consecución de los objetivos.

Estas actividades se llevan a cabo en cualquier parte de la organización, en todos sus niveles y funciones.

Consiste en identificar, acopiar y comunicar la información relevante para que cada individuo, dentro de la organización, pueda asumir sus responsabilidades. Se deben establecer buenos mecanismos de comunicación, ascendentes, descendentes y transversales.

Es importante que las instrucciones de la dirección sobre la responsabilidad, en materia de control, sean claras. Todos los empleados deben comprender cuál es su papel dentro de la organización.

Es un proceso que evalúa la calidad del desempeño de los controles internos en el tiempo, ya que los sistemas de control interno evolucionan y esto puede repercutir en la capacidad de no contemplar riesgos generados por nuevas circunstancias. Se realiza a través de actividades de monitoreo / supervisión constantes, evaluaciones separadas (monitoreo periódico) o una combinación de ambos.