El Control Interno es un proceso, ejecutado por la junta directiva o consejo de administración de una entidad, por su grupo directivo (gerencial) y por el resto del personal, diseñado específicamente para proporcionar una seguridad razonable de cumplir los objetivos en las siguientes categorías:
Con esta definición se enfatiza ciertos conceptos o características fundamentales sobre el control interno, tales como:
El entorno económico, político y social genera cambios en los sistemas de control interno de las organizaciones empresariales. Ya que los riesgos, las necesidades, las culturas y la tecnología se transforman rápidamente. Por ello, su implementación y evaluación no pueden ser responsabilidades aisladas de la administración, el contador o la auditoría.
Hoy en día, la pandemia de COVID-19 ha tenido diferentes efectos económicos y financieros a nivel mundial, de los que no han escapado las empresas ni sus controles internos.
Puesto que han aparecido nuevos riesgos, adicionales al riesgo de crédito y cobranza, debido al deterioro de las empresas. Entre estos riesgos, destacan los aumentos de fraudes, ocasionados por las necesidades de los empleados y terceros, es decir, el incumplimiento normativo y de los sistemas de reportes internos.
Muchas personas y empresas se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19, este contexto de necesidades ha provocado incumplimientos de pagos de cartera, solicitudes de créditos impagables, complicidades en operaciones fraudulentas, etc. Lo cual ha obligado a las empresas a concentrarse en muchas operaciones y descuidar los controles internos relacionados con la segregación de funciones, los sistemas de acceso a activos, los niveles de autorización, la protección física y la supervisión de gestión de excepciones o valores atípicos.
Asimismo, debido al trabajo mayoritariamente virtual, muchos procedimientos de control no se cumplen (verificaciones de desviaciones, controles de procesos clave), las supervisiones son menos rigurosas y las entidades de vigilancia y control flexibilizan los requisitos y plazos para presentar informes e, incluso, expedir normas nacionales y regionales. Lo cual conlleva la disminución de los controles gerenciales y de tercera línea, como es la auditoría interna, y de la rigidez en la revisión de los controles de cumplimiento, esto implica una mayor confianza en los autocontroles.
Los objetivos generales del control interno se refieren a la obtención de una seguridad razonable en la parte operativa, de información y de cumplimiento de leyes y regulaciones aplicables.
Dentro de los objetivos específicos, referidos a una transacción o hecho económico
preciso", están:
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